✓✓ Cómo surfear la Gran Ola: caso de éxito en agencia redes sociales Madrid

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— Ése es Bodhi, le llaman Bodhisattva. Es un salvaje moderno, un buscador.
— ¿Qué busca?
— La ola. La ola definitiva.

Una vez cada cierto tiempo llega la gran ola a las redes sociales. Se levanta en el momento que menos te esperas, y de pronto se hace gigantesca, viral. Por eso hay que estar siempre allí, vigilando el horizonte, preparados para aprovechar toda esa energía en tu propio beneficio. O en el del cliente, como es nuestro caso, como agencia redes sociales Madrid.

Para Forjas, una empresa veterana en el sector del mobiliario urbano, la gran ola llegó de forma inesperada este verano, un jueves cualquiera del mes de julio.

Perfil de Forjas

Forjas son fabricantes de mobiliario urbano asentados en Arganda del Rey (Madrid). Trabajan para el Ayuntamiento de Madrid y otros consistorios de toda España fabricando toda clase de elementos para los espacios urbanos: farolas, bancos, parques infantiles, papeleras, etc. Entre sus clientes también se encuentran arquitectos y estudios de diseño.

Debido a su tipo de clientela, de carácter muy específico y profesional, mantenían un perfil meramente presencial en redes sociales, de cuya gestión se hizo cargo EDITIN, agencia redes sociales Madrid.

Pero su perfil discreto cambiaría un jueves cualquiera del mes de julio… 

El “misterio del bolardo”: la ola se levanta

El jueves 26 de julio un tuit del usuario José Ángel Murcia @tocamates , autor de un blog sobre matemáticas, planteaba una duda aparentemente inocente:

Primer Tuit del fenómeno viral

Se trataba de un bolardo comercializado por Forjas, el modelo Río Bajo, instalado en el madrileño puente de Segovia y también en otras zonas de Madrid Río, con un extraño patrón de líneas en la parte superior. ¿Qué significaba ese diseño? ¿Era alguna clase de mensaje?

Descubrir a qué se debía ese patrón disparó en seguida el ingenio y el humor de los usuarios de Twitter. El tuit consiguió en poco tiempo miles de Retuits y “Me gusta”.

Se propusieron hipótesis para todos los gustos: cálculos matemáticos, jeroglíficos arqueológicos, coordenadas geográficas, secretos esotéricos o masónicos, notas musicales y hasta ‘mensajes extraterrestres’… Todo valía para dar rienda suelta a las especulaciones.

Así nació el “misterio del bolardo”, una incógnita que se convirtió en unos pocos días en un fenómeno viral:

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En la cresta de la ola: aprovechar el momento

Ya en este primer momento, EDITIN se unió a este flujo viral, haciendo que Forjas participara de esta búsqueda como “voz oficial” del fabricante y ayudando a los usuarios a resolver el misterio.

Había otros fabricantes de este bolardo, pero Forjas fue el único que dio respuesta a esa demanda creciente de interés. Y los usuarios recibieron esta respuesta muy agradecidos.

Como representantes de Forjas, nos pusimos en contacto con el estudio de arquitectos responsable del diseño del bolardo, Burgos & Garrido, también hablamos con técnicos del Ayuntamiento de Madrid. Nos ofrecieron unas primeras pistas, pero en realidad nadie sabía a ciencia cierta qué significaba ese misterioso patrón de líneas que mostraba la parte superior del modelo de bolardo.

Mientras tanto, el misterio del bolardo se hacía eco en los medios de comunicación, no solo medios escritos sino que incluso saltaba a la televisión, con la visibilidad que conlleva un gran canal. El nombre de Forjas estaba siempre presente en esas informaciones, como portavoz “oficial” del bolardo.

No soltar la ola: así lo hicimos en EDITIN, agencia redes sociales Madrid

A los pocos días el misterio se encontraba aparentemente en punto muerto. Ningún usuario daba con la respuesta y ni los técnicos del Ayuntamiento ni el estudio sabía a qué se debían esas misteriosas líneas. ¿Nos dimos por vencidos? ¡No!

Seguimos investigando, tirando de todos los hilos. EDITIN averiguó que el diseñador del bolardo se encontraba viviendo en Holanda desde hacía varios años.

Logramos contactar con él, y el arquitecto, muy amablemente, nos desveló por fin su significado, sorprendido por el revuelo que había generado ese diseño suyo: era un mapa que señalaba ciudades del mundo que eran de su interés profesional.

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EDITIN había resuelto el misterio y lo dimos a conocer en nombre de Forjas. Era el 7 de agosto.

Segunda ola

La resolución del misterio volvió a crear una segunda ola de viralidad: los usuarios se mostraron encantados por saber por fin qué había detrás de este enigma, y dieron las gracias a Forjas por su trabajo de investigación y desvelar el misterio.

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En seguida medios de primer nivel como El País y El Mundo publicaron informaciones al respecto, atribuyendo el mérito de la resolución del enigma a Forjas.

Su nombre se hizo mediático, asociado a un motivo positivo y simpático, como era la resolución del “misterio del bolardo”.

Un gran gol para Forjas

“La gestión de EDITIN fue brillante; fueron muy rápidos e ingeniosos y gracias al ‘misterio del bolardo’ conseguimos una visibilidad que no hemos conseguido ni siquiera con publicidad pagada”, afirman los responsables de Forjas.

Antes de la llegada de esta “gran ola” los tuits de Forjas contaban con una visibilidad de unas 200 impresiones de media. Gracias a las acciones de Editnet y su compromiso con el “misterio del bolardo”, cada tuit pasó a ser visto por más de 25.000 personas, y todo de forma natural y orgánica, o lo que es lo mismo: fue una excelente publicidad gratuita, sin tener que gastar un euro en campañas de marketing y publicidad.

La gestión de EDITIN fue brillante, gracias al ‘misterio del bolardo’ conseguimos una visibilidad que no hemos conseguido ni con publicidad pagada

Forjas pasó de una media mensual de 3.000 impresiones a 80.000 y ganó decenas de nuevos seguidores, algunos de ellos muy relevantes, con más de 50.000 followers, lo que supone una baza muy importante, pues un retuit de esos seguidores incrementará d forma exponencial la difusión de nuestros contenidos.

Las visitas al perfil pasaron de una media de 30 al mes a casi 10.000. Y por encima de todo, Forjas ganó en visibilidad, reconocimiento, influencia y cercanía con los usuarios, todos ellos atributos muy difíciles de conseguir.

La Gran Ola: aprovechar un fenómeno espontáneo de viralidad en redes con simpatía y empatía para conseguir publicidad gratuita, relevancia y visibilidad.

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